A todos nosotros el Leganés nos ha dado una sorpresa en los cuartos de final de la Copa. Fue el equipo que eliminó al Real Madrid (1-2), que daba una imagen penosa, viendo cómo le remontaban en el Santiago Bernabéu el 0-1 de ida.
El entrenador del Real Madrid recuperó a Ramos, que anteriormente había sido lesionado, formándolo de inicio junto a Nacho y dando la titularidad a Benzema para mejorar su tradicional alineación de suplentes en la Copa. Pronto se vio que la goleada al Deportivo (7-1) fue solo un espejismo, porque el Real Madrid volvió a irritar de nuevo a la afición del Bernabéu.
Con la ventaja de la ida, el Real Madrid salió confiado, pero Beauvue solo tardó cuatro minutos en estrellar el balón en el palo de Casilla. Solo fue un aviso y el Leganés siguió buscando la portería de su rival, arriesgando demasiado. A la media hora se adelantó con un disparo de Eraso después de una inexplicable falta de conexión entre Nacho y Achraf.
El equipo blanco ni siquiera disparó entre los tres palos en el primer tiempo y la afición dio la despedida a su equipo con una sonora pitada.
Segundo tiempo
El segundo tiempo comenzó con un buen gol de Benzema, pasando el balón por encima de Champagne, que hizo que la grada del Bernabéu se tranqulizara un poco, pero solo fue un momento, ya que el Madrid no tardó en sufrir la ofensiva del Leganés de nuevo. Gabriel marcó un gol de cabeza y dio la clasificación a los de Garitano en un córner.
El Real Madrid atacó con todo en la recta final del partido para ver si podía recuperarse, consciente de que la Copa ya estaba perdida. Zidane metió a Modric, Carvajal y Mayoral en el campo de juego y el equipo tuvo ocaciones, pero Champagne estuvo acertado. No encontraban lo que buscaban, que evidentemente era un gol y se despidieron finalmente de la Copa ante un Bernabéu muy decepcionado. A los jugadores de Zidane ya solo les queda la Champions.